Los presidentes de las diversas organizaciones del sector automotriz demandaron al Gobierno fortalecer las acciones contra la entrada de vehículos usados provenientes de la Unión Americana y solicitaron no ceder a las presiones políticas ante los próximos comicios electorales y solicitaron continuar con acciones de control en la importación de vehículos usados.
Y es que a pesar del descenso del 29 por ciento en la entrada de vehículos ligeros y del seis por ciento en pesados en 2014, la importación de unidades usadas sigue siendo el principal freno del mercado interno automotor.
En conferencia de prensa, la cúpula empresarial de la industria automotriz representada por AMIA, AMDA, ANPACT e INA presentaron la problemática del ingreso de los vehículos usados provenientes de Estados Unidos y rechazaron las manifestaciones apartadas de la legalidad de los comerciantes fronterizos de vehículos importados. La industria automotriz reprueba las acciones que estos importadores han tomado al cerrar al margen de la ley algunas importantes aduanas de nuestro país dañando a la industria manufacturera nacional y a la sociedad mexicana en general.
Se pronunciaron por el respaldo a las acciones de gobierno para evitar la impunidad con la que operaban estos importadores, y evitar que se lleven a cabo importaciones mediante un Decreto que ya no se encuentra vigente.
En este sentido, el presidente de la ejecutivo de AMIA, Eduardo Javier Solís Sánchez, destacó la importancia de reducir las importaciones de «basura» vehicular para poder tener un mercado de autos usados sano que permita una verdadera renovación vehicular y dio la bienvenida a las medidas que el Gobierno federal ha tomado para promover el mercado interno y que asegure la reducción y control efectivo del flujo masivo de autos usados a nuestro país».
Por cada amparo que se otorga a los importadores representa la entrada de 18 mil vehículos, que en EU son considerados basura y que por la alta corrupción que existe, se permite su ingreso al país representando un grave riesgo en materia de seguridad y medio ambiente.
El directivo reconoció que no se ha llegado a la base de esa informalidad y que será en el mediano plazo cuando se pueda recuperar el mercado interno.
Las afectaciones alcanzan a la industria en su totalidad desde vehículos ligeros, camiones y autopartes y tan solo en 2014 se importaron a México 455 mil 372 vehículos ligeros usados, lo que representa 29 por ciento menos que las unidades importadas en 2013. Sin embargo, en estos últimos 10 años se han acumulado 7.5 millones de unidades chatarra circulando en nuestro país, con las implicaciones de considerar al mercado interno como la «década perdida», señaló, Guillermo prieto Treviño, presidente ejecutivo de la AMDA.
Las unidades importadas usadas representaron el 40 por ciento de las unidades nuevas comercializadas en 2014, afectando directamente a la renovación del parque vehicular al generar una importante sobreoferta en el mercado secundario de vehículos usados.
Por su parte, el presidente de la ANPACT, Miguel Elizalde Lizárraga, señaló que «nuestro país mantiene el nada honroso primer lugar en importación de tractocamiones usados, lo cual impacta negativamente la competitividad del país y limita el potencial de la industria. Cada camión usado importado que entra a territorio nacional, significa un empleo menos».
Elizalde destacó que a pesar de una reducción del seis por ciento en la importación de usados pesados de 2013 a 2014, persiste una dinámica preocupante de que por cada 10 camiones vendidos en México, entran seis más importados usados, con edad promedio de 16 años, generando un grave daño al medio ambiente.
Se requiere fortalecer al hombre-camión, incrmentar su capacitación e incentivar a las PyMEs, además de incrementar el crédito, que a pesar de que ha crecido, se requiere de mayor participación de los bancos y el Gobierno con incentivos fiscales.
El presidente de AMIA, Eduardo Solís hizo referencia de la gravedad en materia de la seguridad de los ocupantes de vehículos llamados a revisión a las bolsas de aire en EU y que aquí no hay quien se haga cargo del mantenimiento de esas unidades. La industria automotriz mexicana hizo lo propio, llamando a revisión los posibles vehículos implicados a través de la página de la PROFECO.
No basta con medidas como las acciones para mitigar el ingreso de vehículos usados, como que el Consejo de la Judicatura Federal suspendiera a jueces que otorgaron más del 80 por ciento de amparos para la entrada de vehículos sin cumplir con normas ambientales, pago de aranceles, disposiciones en materia de condiciones físico mecánicas, y que la Suprema Corte de Justicia de la Nación constituyó jurisprudencia en la regulación de la importación de vehículos usados con el Decreto por el que se regula la importación definitiva de vehículos usados o que el Servicio de Administración Tributaria ejerció facultades de fiscalización y generó políticas públicas, junto con la prórroga hasta el 31 de diciembre de 2015 del «Decreto por el que se regula la importación definitiva de vehículos usados», se necesita del esfuerzo conjunto para incentivar el mercado interno, dijo.
Los representantes de la industria en su conjunto pidieron no ceder a las presiones de los importadores en la frontera, que pretenden mantener su dominio que ejercen desde 2006.
«Esto es inadmisible y llamamos al presidente, Enrique Peña Nieto a no ceder ante el chantaje de unos cuantos que buscan abusar del proceso electoral que se avecina», reclamó Prieto Treviño.
En tanto, Oscar Albin, presidente ejecutivo de la Industria Nacional de Autopartes (INA), sostuvo que la entrada indiscriminada de autos usados a México, daña seriamente la cadena de comercio de automóviles.
«El estado deplorable en que se están importando vehículos en México provoca que muchos de ellos a unos cuantos meses de uso se desechen y sirvan como fuente de refacciones usadas, un mercado que no tendríamos y que no merecemos», dijo.
