Niños invitarán 
a Malala a México

13 febrero 2015
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mini-MALALAEl objetivo es que menores escriban cartas al Nobel de la Paz
 y participe en el foro sobre educación en la ciudad de México.

Con el propósito de invitar al Nobel de la Paz 2014 y activista pakistaní, Malala Yousafzai, a participar en el Foro Internacional Sobre Educación a lo Largo de la Vida Ciudades del Aprendizaje, a celebrarse en la ciudad de México del 7 al 9 de mayo, el gobierno de la ciudad de México, la UNESCO y el Consejo para Prevenir y Eliminar la Discriminación en la Ciudad de México lanzan una campaña para que niños de primaria escriban cartas a Malala pidiendo su presencia en nuestro país y a la vez evidenciando los problemas que viven los menores.

A la par, fue lanzado un comic llamado ¡Qué venga Malala!, para que los niños tengan la oportunidad de conocer quién es este personaje.

En él se narra la historia del activismo de Malala por la educación, también visibiliza la discriminación sufrida por una niña mexicana a la que su familia no le permite ir a la escuela, así como la situación del trabajo infantil en la ciudad de México.

La publicación será distribuida con apoyo del programa SaludArte de la Secretaría de Educación capitalina, que contempla 110 escuelas y 20,000 estudiantes; a éste se han unido el Papalote Museo del Niño y el Museo Memoria y Tolerancia, también una página web para que más niños participen.

José Luis Aguilera Velasco, escritor del cómic, aseguró que uno no puede evitar referirse a esa violencia que vivimos.“Lo teníamos que hacer de una manera sutil pero evidente; ésa fue la parte más difícil de armar, un argumento junto con Manuel Monroy, que es el ilustrador, y editado por Nicolás Alvarado, que pudiera ayudarnos a transmitir a los niños el mensaje sin convertirlo en una especie de nota roja”, comentó.

“Teníamos que hacer referencia a los talibanes pero sin una asociación con una cultura o raza, queríamos contar pero sin calificar, contarles a los niños que hay estos problemas y con la ilustración también transmitir situaciones dolorosas como lo que le pasó a Malala, pero que también ocurren en México, pues muchos niños aquí trabajan o no pueden atender la escuela”, añadió.

La realidad de la educación en México

Mara Robles, secretaria de Educación de la ciudad de México, explicó que esta entidad tiene la tasa de trabajo infantil menor de todo el país, lo que “es un reflejo de mayor nivel educativo y de que se cuenta con instituciones y programas sociales importantes; sin embargo, el Inegi indica que hay 85,000 niños en la ciudad que trabajan, aunque esta cifra parezca pequeña, es inaceptable”.

Aseguró que en México aún hay realidades que impiden que los niños vayan a la escuela, por ello, que venga Malala está ligado a un problema nacional que es el trabajo infantil, “estamos ante una situación privilegiada pues el mundo tiene una heroína, un símbolo legítimo, dulce y valiente que es Malala, y si México va a estar en el centro del debate mundial sobre educación, no debe ser un evento sólo para especialistas, debe ser algo que motive a que nuestro país y nuestra ciudad en torno a la educación”, sostuvo.

Añadió que es importante que los niños empiecen a hablar “y por medio de estas cartas probablemente vamos a descubrir más problemas de niños que no están viniendo a la escuela”.

Al ser cuestionada sobre el tema del bullying en las escuelas, Robles aseguró que en el DF se tienen las mejores cifras de convivencia escolar: “Nosotros nos adelantamos a este fenómeno, pues la ciudad de México fue la primera en todo el país y me atrevería a decir que de América Latina, que tuvo una ley para prevenir y sancionar la violencia escolar, de tal manera que no se tiene una situación lamentable”.

Sostuvo que otros temas a reivindicar son los niños indígenas y migrantes, que viven situaciones de discriminación y violación a sus derechos más fundamentales, “lo que tenemos que lograr es como en su momento se reivindicó la presencia de los adultos mayores, ahora se propone lograr el sello distintivo en los niños porque son los más vulnerables, violentados y que requieren más protección del Estado”.

EL ECONOMISTA

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