DOMINGO DE LEYENDA: LA TUMBA DEL NIÑO CARLITOS (SONORA)

31 octubre 2021
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El niño «Carlitos», que se encuentra sepultado en el panteón municipal más antiguo de esta ciudad, se ha convertido en una leyenda urbana que ha cobrado fuerza, porque supuestamente es un difunto milagroso. Hasta la morada del menor llamado Carlos Angulo F., quien nació en Hermosillo el 3 de octubre de 1929 y murió a los 11 años de edad, el 1 de enero de 1940, acuden personas de diferentes edades para realizarle diversas peticiones.

La tumba de «Carlitos» es una de las más famosas del panteón «San Agustín», fundado el 1 de enero de 1920, mejor conocido como «Yáñez» por la calle que lo atraviesa, y está ubicada en el bloque dos y manzana seis, cerca de la entrada principal del camposanto.

La sepultura es de concreto revestida con vitropiso blanco y encima tiene un sarcófago, hasta hace unos meses se le colocó una sombra de lámina, por parte de una persona a la que al parecer le concedió un milagro, según señalaron trabajadores del panteón. Sobre el sepulcro se posa una fotografía del menor en blanco y negro, a una edad aproximada de entre 1 y 2 años, rodeada de diversos y coloridos juguetes, además de flores, dulces, veladoras, pulseras y algunas monedas. Algunos registros consultados, señalan que Carlos Angulo F. habría perdido la vida al sufrir un accidente cuando estrenaba unos patines en las inmediaciones del Mercado Municipal, en el centro de la ciudad, donde trabajaban sus padres.

Hay dos versiones de la historia, una dice que el pequeño se cayó y se pegó en la cabeza y la otra señala que fue atropellado por uno de los camiones que entregaban la verdura y la fruta al mercado.

Asimismo, otra versión señala que el menor falleció al ser alcanzado por una granada que se lanzó cerca del internado «Coronel J. Cruz Gálvez», para menores de escasos recursos de esta capital. En la tumba de «Carlitos» se lee la frase «Por Carlos ruegue usted y el espíritu de este niño lo ayudará».

Se dice que las personas que le piden un «milagro» lo hacen personalmente, acudiendo a visitar su tumba, también le dejan mensajes por escrito y una vez que los ayuda le dejan flores, muñecos de peluche, juguetes, dulces, piñatas y ropa, entre otros.

Según los trabajadores del panteón Yáñez, el más antiguo de Hermosillo, las visitas a la tumba de «Carlitos» son constantes, pero las fechas de mayor afluencia son el Día de Muertos, el Día del Niño y en diciembre. Un grupo de alumnos de la materia de Literatura 1 de la Preparatoria CIMA de Hermosillo, liderado por el profesor Manuel Miranda, realizaron un trabajo de investigación sobre la leyenda de «Carlitos».

Los estudiantes elaboraron el trabajo a través de la tradicional comunicación oral de los habitantes de la ciudad y de la memoria colectiva de los hermosillenses. «Nuestros alumnos han puesto empeño y dedicación en investigar por medio de fuentes orales y en ocasiones en escasa bibliografía, para poder tener como resultado un trabajo literario», señala el maestro en el cuerpo del estudio. Los alumnos encontraron que a una niña de 5 años con una enfermedad incurable y sin poder caminar, «Carlitos» le concedió el volverlo a hacer, y a una mujer le otorgó el favor de que su esposo recuperara su libertad después de estar preso por muchos años.

Asimismo, a una señora de nombre Lizeth, que en 1992 trabajaba en una agencia de automóviles nuevos, le proporcionó el favor de vender su primer carro y entre otros supuestos milagros están los de cuidar a los hijos de que no sean drogadictos y alcohólicos. El panteón «San Agustín» o «Yáñez» se construyó para albergar a los difuntos de otros tres cementerios, ubicados en las inmediaciones del centro de la ciudad; en el lugar reposan los restos de personajes diversos de la sociedad sonorense.

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