DOMINGODE LEYENDA: MI AMIGA ELIZABETH (CD.MX)

26 septiembre 2021
Visto: 803 veces

 

Diana era una niña de 9 años se había mudado con su familia de Morelia Michoacán a la ciudad de México, su madre Susana, su hermana mayor de 17 años Claudia y una más pequeña de 9 meses Mariana además de su abuela Josefina, sus padres se separaron hace varios meses causándole un gran dolor. Se mudaron a una casa en la ciudad y

su madre Susana la inscribió en un colegio de la ciudad pero Diana no lograba encajar en su nuevo hogar y en su nueva escuela, niñas más grandes la molestaban por venir de provincia llamándola pueblerina. Diana se sentía sola y muy triste, en Michoacán en su escuela tenía muchos amigos y era querida por todos aquí simplemente parecía que nadie la quería.

Su madre y hermana trabajaban y llegaban muy tarde, dejándola en la casa con su abuelita.

Cuando llegaba a su casa se encerraba en su cuarto a lamentarse por su soledad y el desprecio de sus compañeros, su madre, su hermana y su abuela estaban muy preocupadas por ella.

Todo cambio un día cambio cuando Diana conoció a la niña de la casa de enfrente, una niña que desde hace varios días desde que se mudó la observaba desde la ventana pues el cuarto de la otra niña quedaba exactamente en frente del suyo, Diana cruzó la calle para presentarse a esa niña y ver si podría ser su amiga.

Diana: _ Cómo te llamas?.

Elizabeth contestó la otra niña. Elizabeth era muy bonita como una muñeca, tenía piel blanca, ojos verdes y cabello oscuro.

Diana: Tu casa es muy bonita.

Elizabeth: _ gracias, te gustaría pasar a jugar conmigo?.

Diana: _ Si por supuesto.

Diana se asombró de ver lo hermosa que era la casa de Elizabeth parecía una casa de muñecas con una bonita sala y una mesita de te en ella.

Diana: _ y tus padres?.

Elizabeth: _ Salieron de viaje y no regresarán en un muy buen tiempo.

Diana: No te da miedo estar sola?.

Elizabeth: No, estoy acostumbrada.

Las niñas se pusieron a jugar a las muñecas y al té, realmente Diana se divirtió mucho con Elizabeth.

Elizabeth: _prométeme que vendrás a visitarme todos los días para jugar.

Diana: si así lo haré seremos mejores amigas.

Diana llegó muy feliz a su casa contándole a su familia sobre su amiga Elizabeth y su hermosa casa, doña Susana estaba feliz de que su hija ya no se sintiera tan triste. Diana cruzaba todos los días la calle después del colegio para jugar con Elizabeth, se divertían y se contaban sus secretos.

Un día la hermanita de Diana enfermó y tuvieron que llevarla al hospital, por eso ese día no pudo ver a su amiga Elizabeth, al siguiente día de que su pequeña hermana se recupera de su enfermedad fue a visitar a Elizabeth a su casa pero ella la esperaba en la sala visiblemente molesta.

Elizabeth: _Porque no viniste a verme para jugar?.

Diana: _ mi hermanita se enfermó y la tuvimos que llevar al hospital.

Elizabeth: pues no me importa dijiste que seríamos amigas para siempre, te estuve esperando.

Diana: _ lo siento amiga.

Elizabeth: _ No te disculpes eres como todos solo saben romper sus promesas.

Diana: _ perdóname es que mi hermanita.

Elizabeth: _ te comprendo yo también tengo una molesta hermana menor, mis padres solo le hacen caso a ella y a mi me dejan abandonada, la detesto quisiera verla muerta. Tu no sientes lo mismo?.

Diana: _ Cómo dices eso de tu hermana?. A la mis hermanas las amo mucho.

Elizabeth:_ Pues allá tú, después la pequeña víbora te terminará quitando el amor de tus padres.

Diana: eso no es verdad, eres una mentirosa. Dijo muy enojada

Elizabeth: _ No te atrevas a hablarme así ni te atrevas a desafiarme, no sabes de lo que soy capaz cuando alguien me traiciona, dijiste que serías mi amiga y así va a hacer ahora ,vete te veré mañana para jugar.

Diana se quedó horrorizada de lo que le había dicho Elizabeth, de alguna manera esto hizo que cambiará su comportamiento con su familia, las palabras de su amiga no dejaban de atormentarla, será posible que mi hermanita me quite el amor de mi mamá, mi hermana mayor y mi abuela?, Por su culpa de habrán separado mis papás?.

Diana solo quería estar con su amiga Elizabeth, hasta escapó de la escuela para estar con ella.

Doña Susana se molestó con ella y le prohibió ir a visitar a Elizabeth, ella no.la conocía y pensaba que por su influencia se comportaba así

A Diana no le quedó más remedio que obedecer, pero pasada una semana se sentía culpable de dejar sola a su amiga. Pero no pudo más desobedeció a su madre aprovechando que su abuela estaba dormida y se dirigió a la casa de Elizabeth.

Doña Susana y Claudia salían de su trabajo que estaba a solo 20 minutos de su casa, se encontraron con una humilde señora llamada Jovita a quien conocían desde que se mudaron a la ciudad, ella tenía un puesto de verduras y se pusieron a platicar con ella, diciéndole de aquella niña de la casa de enfrente y de cómo había cambiado Diana al conocerla.

Jovita: De que niña me habla doña Susana?, yo trabajé muchos años en una casa enfrente de la suya, mis patrones eran bien buena gente pero tenían una niña cómo de la edad de Dianita, muy bonita pero muy caprichosa, malcriada y perversa, trataba a la servidumbre incluyendome a mí con desprecio, nos insultaba y nos humillaba. Sus padres la consentían a más no poder, comprándole todo lo que ella quería, pero todo cambio con la llegada de la niña Sofía. Los papás la cuidaban mucho porque había nacido enfermita, eso despertó los celos de esa chamaca perversa se ensañó con ella, la maltrataba, la maldecia y la insultaba, hasta llegó a fracturarle uno de sus bracitos.

Era bien mala esa chamaca del demonio a mi me saco dos dientes de una cachetada porque no le había gustado la comida que le había preparado. Por esa razón renuncié.

Doña Susana: Esa niña Elizabeth es mejor amiga de mi Diana y se volvió desobediente por su culpa.

Jovita: _ No Susanita, esa familia murió hace 5 años en un terrible incendio, pa mi que lo provocó esa escuincla.

Doña Susana y Claudia corrieron a buscar a Diana, llamaron por teléfono a doña Josefina , pero nadie contestaba.

Pensaron que Diana estaba en peligro con esa perversa niña.

Diana entró a la casa de Elizabeth, pero ya no era una casa bonita y bien ordenada, más bien parecía una ruina, las paredes quemadas, casi a punto de derrumbarse. Elizabeth la esperaba escondida en las sombras.

Elizabeth:_ te estaba esperando amiga, porque no habías venido a verme?. Le dijo con voz cavernosa y casi de ultratumba.

Diana: _ Es que me porte mal y mi mamá me castigo.

Elizabeth:_ cuántas veces te he dicho que no le hagas caso a la estúpida de tu madre, solo nos quiere separar.

Diana: _Es qué mi mamá.

Elizabeth:_ mi mami, mi mami, todos los padres son iguales, por eso me tuve que deshacer de los míos porque ya no me querían.

Diana_ De que me hablas.

Elizabeth: mira por ti misma.

Diana vió cerca de una cuna unos esqueletos carbonizados y en la cuna un pequeño cuerpo también quemado, quedó aterrada

Diana:_ Qué pasó aquí?.

Elizabeth: son mis padres y su pequeña bastarda, los tuve que matar porque la querían más que a mí.

Diana: Que hiciste?

Elizabeth: Fue en el primer cumpleaños de mi estúpida hermanita, mis padres la colmaron de regalos y a mí no me dieron nada, no me daban nada desde hace mucho y me harté de ellos y de la pequeña mocosa. Aproveche que estaban dormidos y rocíe la casa con gasolina que mi padre guardaba en el sótano, encendí un fósforo y todo se empezó a incendiar, todos murieron pero el fuego también me alcanzó, ahora estoy condenada a estar aquí sola como siempre lo estuve, pero llegaste tú a hacerme compañía y ahora por culpa de la perra de tu madre ahora te alejas de mi, te dije que no me traicionaras ahora te quedarás conmigo y serás mi amiga por siempre o te llevaré al infierno.

Al terminar de decir esto Elizabeth salió de la penumbra pero ya no era aquella niña dulce y tierna, era un ser grotesco con la piel quemada y llena de llagas sangrantes parecía un cadáver en plena putrefacción. Voló para atrapar a Diana y con sus manos descarnadas la tomó del cuello para ahorcarla. Con su boca pestilente trató de matarla.

Te mataré y te voy a llevar al infierno pobre niña estúpida, con los pocas fuerzas que le quedaban Diana emitió un grito desgarrador.

Doña Susana y Claudia llegaron y escucharon el grito de Diana, cuando la encontraron en medio de las ruinas estaba desmayada y pálida sobre ella había un esqueleto quemado con un vestido azul pastel.

Doña Jovita las había seguido y reconoció el vestido de Elizabeth y los demás cuerpos. Salieron de ese lugar que ante la mirada atónita de las mujeres se derrumbó.

A Diana le costó mucho trabajo recuperarse del enorme trauma, decía que el aterrador espectro de Elizabeth la perseguía y que se la quería llevar al infierno. Su familia la llevó al psiquiatra para ayudarla a superar su trauma, pero había un lado bueno de todo lo acontecido, los padres de Diana se reconciliaron y regresaron a vivir a Michoacán.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *