Que Papá Dios nos bendiga a todos
Gracias Padre Santísimo que nos permites llegar con bien
A la celebración de la bendita Navidad, en el marco de un año que no ha sido fácil para nadie.
De Marzo a la fecha, muchas familias han vivido la desgracia de ver partir a un ser querido directo, a causa del coronavirus: el padre, la madre o ambos, un hermano o hasta un hijo y otros familiares.
Pero todos, si, todos, tenemos también una cruz en el corazón por la muerte de un amigo, un primo, un compadre o un vecino muy estimado que se fue de este mundo precisamente por Covid.
Esto, por hablar de gente que no logró vencer la enfermedad, pero también sabemos, tenemos o conocemos de parientes, amigos o conocidos que libraron una dura batalla contra el virus y que por fortuna, salieron adelante, lo que en tiempps de pandemia
Pudiera considerarse como pegarle al gordo de la vida.
Espero que todo lo anterior sea suficiente para llegar a una sola conclusión: lo cerca que estamos del virus y todo lo que lo estamos desafiando al no protegernos y lo peor de todo, dejando que todo mundo sepa que el Covid nos vale cuando en la calle, el super, las plazas comerciales, nos dejamos sin cubrebocas o pasándonos por allá, la sana distancia.
En estas fechas, tan propicias para la nostalgia, démonos unos minutos para concluir que no podemos ni debemos dejar en manos de Papá Dios, nuestra salud, de la que somos absolutamente responsables.
Si al confinamiento le agregamos cubrebocas, sana distancia y lavado de manos, tenemos un alto porcentaje de librarla.
Al ritmo que llevan los contagios en el estado, no me queda la menor duda de que este año vamos a llegar a los 50 mil casos y si la cifra de contagiados nos espanta, la de muertos nos va a acalambrar y ojalá y a la gente que sigue insistiendo en que el coronavirus es un invento del gobierno, vea las cifras de infectados y la de muertos.
Así se va cerrando el año, con muchas bajas y mucha irresponsabilidad, pero ahí la llevamos.
Por supuesto que desde ya esta es una navidad distinta.
Si tomamos plena conciencia de ello, seguramente que les vamos a hacer mayoría a los que van a celebrarla en casa, con a familia, que los que ya separaron lugar en un sitio donde haya cena y baile y asi, ni modo que haya sana distancia.
Pero allá la irresponsabilidad de cada quien.
Yo quiero seguir viva y dentro de un par de 100 años, morir de risa y para eso voy a poner todo de mi parte.
Bendito seas Papá por seguir protegiéndome y conmigo, a mis hijos, sus familias, a nietos y mis Bis, a mis hermanos y familias, a mis amigos.
Te pido ahora por mis lectores que por años siguen mi material y espero que eso continúe, por la de las personas dueños de los medios donde se replica mi columna, por mis amigos, compañeros y ejecutivos de La Reina a donde espero reintegrarme ya muy pronto.
Danos vida y salud para cuidarnos.
Y bendícenos a todos
AMEN.
