DOMINGO DE LEYENDA: NACHITO EL NIÑO QUE LE TEMIA A LA OSCURIDAD (JALISCO)

20 septiembre 2020
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En Guadalajara, Jalisco, existe uno de los panteones más fascinantes de México: el panteón de Belén. Hoy es un museo que tiene grandes historias, y una de ellas es la leyenda de Nachito, aquí yace la tumba de este pequeño niño y hoy es una de las más visitadas en nuestro país.

El panteón de Belén

Este panteón es considerado Tesoro Arquitectónico Nacional gracias a sus tumbas bien conservadas del siglo XIX. El panteón fue construido en 1848 por el arquitecto Manuel Gómez Ibarra y hoy está protegido por el Instituto Nacional de Antropología e Historia. Se encuentra a un lado del Hospital civil de Guadalajara y se dice que Fray Antonio Alcalde lo mandó a construir porque había una pandemia de enfermedades infecciosas que causaban muchas muertes, por lo que ya no se podían enterrar los muertos en las iglesias por cuestión de salubridad. Al principio era un panteón para gente pobre y después fue exclusivo para la clase alta. Aquí estaban antes los restos de los hombres ilustres de Guadalajara pero después fueron trasladados a la Rotonda de los Jaliscienses.

Cómo comienza la leyenda de Nachito

En este panteón se encuentra una de las tumbas más visitadas de México. Es la tumba de Ignacio Torres Altamirano conocido como Nachito. La leyenda de Nachito comienza con su muerte el 24 de mayo de 1882 y se dice que murió de nictofobia (miedo a la obscuridad). Cuenta la leyenda que desde su nacimiento sufría este padecimiento, por lo tanto sus padres ponían durante la noche antorchas en su recámara para iluminarla y que pudiera dormir en paz; pero una noche las antorchas se apagaron y a Nachito le dio un infarto fulminante. Su mamá lo encontró al día siguiente ya muerto en su cama.

La tumba de Nachito

Los padres enterraron a Nachito en el panteón de Belén, pero al día siguiente de su entierro, el sepulturero encontró el ataúd afuera de la tumba. Dio aviso a los padres y a las autoridades, pero sus padres no acudieron por el mismo dolor de su muerte, por lo que el sepulturero lo enterró de nuevo. Un día después de este suceso, lo encontró una vez más afuera de la tumba. Durante diez días ocurrió lo mismo.

La tumba de Nachito

¿Cuál fue la solución?

Como la gente empezó a decir que Nachito padecía mal del diablo o la tierra no lo quería y por eso “lo escupía”, sus padres decidieron sacar la tumba y construir una encima de ésta porque según ellos no podía descansar debido a la nictofobia que padecía. La tumba de Nachito está hecha de piedra y tiene unas aberturas a los lados para que entre la luz. En  las esquinas de la tumba decidieron poner cuatro obeliscos y en cada uno de estos ponían unas antorchas para iluminarlo durante la noche.

Los juguetes de Nachito

Hoy en día la gente lleva juguetes a Nachito porque dicen que si no le dejan algo puede acompañarlos hasta su casa y hacerles travesuras. Lo que casi nadie sabe es que Nachito sí juega por las noches con sus juguetes, ya que según los sepultureros tienen que recogerlos antes de abrir el panteón porque éstos se encuentran tirados alrededor de la tumba. Inclusive dicen que han encontrado juguetes en tumbas de otros niños. Relatan, que en otra ocasión, han visto como juega con un globo y se pasea por el panteón. ¡Ojo! Sí te llevas un juguete de la tumba, Nachito se enoja y se va contigo a casa y comenzarán a pasar cosas raras.

Así que si quieres conocer la tumba de Nachito, tienes que ir al Panteón de Belén en Guadalajara, donde se hacen recorridos nocturnos.

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