El gobierno de los Estados Unidos, a través del Departamento de Justicia, demandó a una empresa china por vender casi medio millón de cubrebocas del tipo N95 falsos y de baja calidad a compradores estadounidenses en abril, cuando la pandemia del coronavirus o COVID-19 se encontraba en su máximo momento de contagios.

«Si no hubiera sido por las acciones del equipo de investigación, este acusado habría puesto a los socorristas, empleados del hospital y otros trabajadores de primera línea directamente en peligro con equipo defectuoso sólo para ganar unos cuantos dólares más», señaló Douglas Korneski, agente del Buró Federal de Investigaciones (FBI por sus siglas en inglés).

De acuerdo con información de The Straits Times, un medio de Singapur, la empresa china fue acusada de cuatro cargos por importar productos sanitarios de marcas falsas y de mala calidad y por falsificar ante la Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos.

La denuncia presentada ante un corte federal de Brooklyn, Nueva York, el Departamento de Justicia de los Estados Unidos señaló que King Year Packaging and Printing, con sede en Guangdong, envió tres lotes de supuestas máscaras N95, necesarias para proteger al personal médico y de otro tipo del coronavirus, a compradores estadounidenses. La denuncia indicaba que el importador de las máscaras había pagado más de 1 millón de dólares por ellas.