Las mascarillas defectuosas que el Ministerio de Sanidad ordenó retirar la semana pasada han dejado más de un millar de sanitarios en aislamiento y varios miles más a la espera de someterse a las pruebas de detección del SARS-CoV-2 tras quedar expuestos al nuevo coronavirus por utilizarlas. Se trata de un lote de mascarillas desechables FFP2 del fabricante GarryGalaxy pero compradas a un intermediario chino llamado Hangzhou Ruining Trading dentro de un lote de casi nueve millones de mascarillas de tres productores distintos. Las de GarryGalaxy eran 2,1 millones y se pagaron, como el resto del contrato, por adelantado. Según datos del ministerio, los profesionales sanitarios que han dado positivo por coronavirus desde el inicio de la epidemia ascienden ya a 33.153.

El pedido ascendió en total a 31,3 millones de euros e incluía un 10% de gastos en “tasas, aranceles y otros”. Según el contrato, publicado este martes en la Plataforma de Contratación, el 100% del importe del pedido se abonó el 20 de marzo pasado y las mascarillas llegaron en dos entregas, el 22 y el 29 de marzo. El precio por unidad fue de 3,56 euros. El Ministerio de Sanidad ha ordenado a Hangzhou Ruining Trading que no le envíe ningún producto más de la empresa GarryGalaxy y le ha avisado de que va a empezar a enviar inspectores directamente a las fábricas chinas para controlar la calidad y el cumplimiento de la normativa.

Filtración del 70%

Así lo asegura en una carta, incorporada al expediente del contrato, dirigida al intermediario y con fecha 21 de abril. En ella también le pide que reponga “a la mayor brevedad posible” las mascarillas retiradas así como las que aún no había enviado. “Este suministro se realizará con empresas fabricantes autorizadas por el Gobierno chino”, añade. En este documento Sanidad relata que las mascarillas fueron analizadas por el Instituto de Seguridad e Higiene en el Trabajo y que este determinó: «No cumple con ninguna clasificación indicada en la norma UNE-EN 149:2001+A1:2010″. Sobre la capacidad de filtrado, que debería superar el 90%, el instituto concluyó: “La eficacia media de filtración estaría en torno al 70%”.

El Ministerio de Sanidad, añade este documento, “está trabajando con la empresa AENOR para realizar en territorio chino servicios de inspección de control de la producción, supervisión de la carga de la mercancía, toma de muestras en laboratorio acreditado e inspección en fábrica suministradora”. Cataluña y Aragón fueron las comunidades que dieron la voz de alarma sobre las mascarillas de GarryGalaxy. El material llevaba unos 10 días utilizándose, porque se repartió en plena Semana Santa.

Los colegios oficiales de médicos han anunciado este miércoles que se personarán como acusación particular en los casos de contagio derivados del uso de las mascarillas defectuosas. En un comunicado han mostrado su “máxima indignación” por lo sucedido con la partida de mascarillas enviadas por Sanidad y retiradas tras haberse distribuido a las comunidades autónomas y a los profesionales sanitarios. “Se trata de mascarillas FPP2 de la empresa GarryGalaxy, proveedora del Ministerio de Sanidad e incluida en el listado de fabricantes de material sanitario autorizados por China, que no cumplen con ninguna clasificación indicada en la norma de la Asociación Española de Normalización, y cuya alerta se ha comunicado después del uso de la misma por los profesionales”, aseguran, y lo califican de “hecho intolerable” que “no solo genera más desconfianza en la acción del Gobierno, sino que se suma a la situación de indefensión a la que están sometidos los profesionales sanitarios”.