Necesitas:
Jabón de trastes o jabón para bebé.
Un cepillo.
Agua tibia
Una toalla de papel o de tela.
Pasos:
Moja las brochas.
Colócales un poco de jabón a tus brochas.
Talla suavemente con la punta de tus dedos.
Utiliza el cepillo y frota la brocha en el cepillo, hasta lograr espuma.
Enjuaga las brochas en agua, hasta que no tengan jabón.
Seca con la toalla de papel o de tela las brochas, presionando ligeramente las cerdas de tu brocha para que no se caigan.
Repite los pasos hasta que el maquillaje de tus brochas se haya caído.