En México hubo gratas sorpresas este 2017. Ha sido el año de la consolidación de la mayor exponente de la marcha en México, del nacimiento de dos talentos para el futuro en las pistas de velocidad y en el mar. EL PAÍS ha catalogado a las seis figuras mexicanas que destacan en el deporte internacional por su desempeño y sus logros.

Adriana Jiménez

Adriana Jiménez sabe cómo manejar la gravedad, el cómo lidiar con ella. En el aire y en una caída de 20 metros realiza delicados movimientos para hundirse en el agua como un cuchillo en la mantequilla. El 2017 ha sido uno de sus mejores años. En abril ganó el oro en la Copa del Mundo de clavados de altura en Abu Dabi. Con 32 años se cubrió de honores por primera vez en su carrera. En julio participó en el prestigioso torneo Red Bull Cliff Diving y también lo ganó con sus giros elegantes.

La chica de la sonrisa alargada compitió en el Mundial de natación en Budapest, Hungría. Adriana Jiménez logró reponerse en el puntaje durante una prueba complicada y se quedó con una plata frente a las frecuentes de los podios, Rhiannan Iffland de Australia y la bielorrusa Yana Nestsiarava. Las autoridades del deporte en México la reconocieron con el Premio Nacional del Deporte. “Soy una antigua clavadista de 10 metros y normalmente lloraba cada vez que estaba a punto de saltar. Puede parecer increíble, pero ahora estoy saltando dos veces más alto”, reconoció Jiménez en entrevista.

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Jiménez comenzó en los clavados a los ocho años. Es parte de la generación dorada de México en natación: Laura Sánchez, Rommel Pacheco y Paola Espinoza. Estuvo en la víspera de clasificarse a unos Juegos Olímpicos cuando tenía 19 años y, por una decisión de su federación, quedó fuera. Eso la alejó de los saltos profesionales hasta que uno de sus amigos la invitó a un torneo de exhibición de clavados en Bélgica. Ahí empezaron los saltos vertiginosos.

Jhonny Corzo

Del mar surgió un campeón. Jhonatan Corzo veía a su padre tomar la tabla de surf y perderse entre las olas de la costa de Puerto Escondido en Oaxaca. Con 15 años empezó a competir en el Mundial del deporte. Era 2015 y terminó en octavo lugar. El chico se ponía su traje ceñía su traje para competir, hasta que con 18 años logró ganar el título del mundo en la costa de Biarritz en Francia en mayo pasado. Este año fue el de su presentación estelar ante sus propios compatriotas y el mundo. Su estabilidad y agilidad le sirvió para batir al campeón mundial y favorito, el francés Joan Duru. Corzo fue cargado sobre hombros con la bandera de su país. En ese momento, México volteó a ver el surf que ha hecho crecer su nicho.

El Comité Olímpico Internacional contribuyó al sueño de Jhony, el diminutivo con el que se conoce. En agosto del año pasado, la organización anunció que el surf se convertirá en deporte olímpico en Tokio 2020. Eso abrió la posibilidad para que el Comité Olímpico Mexicano diera el visto bueno y se oficializó como deporte.

Corzo empezó a recibir el apoyo de marcas para explotar su imagen y darle un mayor empujón. Los patrocinadores serán esenciales para su meta de colarse entre la clasificación del surf mundial. El reto para el oaxaqueño será lidiar con la presión de ser el talento del futuro. El chico que practicaba en la playa de Zicatela quiere conquistar el mar.

Charlyn Corral

La niña que entró al libro de récord Guinness por hacer el mayor número de dominadas con el balón – 8.671 veces – manda en la Liga femenina de España. Charlyn Corral, nacida en Ecatepec, Estado de México, terminará el año como la mejor delantera de todo el torneo. La temporada 2016-17 con el Levante Femenino la cerró con 20 goles anotados. En la primera mitad de la nueva campaña ha convertido 13 goles y pasará las fiestas como la artillera más temible.

Desde adolescente, Corral creció en un entorno adverso donde pensar en fútbol femenino era una imagen ilusoria. Ella empezó a jugar con equipos de hombres en el barrio y, cuando encontró torneos exclusivos para mujeres, arrasó con todas sus rivales. Nadie la podía parar, ahora tampoco. La seleccionada mexicana mide su felicidad en goles y ella quiere sonreír mucho más.

Diana Coraza

Con 17 años, Diana puso a sus pies el mundo en el Mundial de Paratletismo en Londres de este año. La chica nacida en el Estado de Puebla ganó el oro en la prueba de los 800 metros en la clasificación T11. Y en la prueba de los 400 metros planos se llevó la plata. En la competencia en la que conquistó el primer lugar, logró tener el mejor tiempo del mundo en su prueba.

Desde los siete años demostró sus ganas para gastar el tartán de las pistas. A los 12 años perdió la vista totalmente por un glaucoma congénito. Eso la motivó a hacer del atletismo su nicho. Este año la Comisión Nacional de Deporte y Cultura Física (Conade) le otorgó el Premio Nacional de Deportes en la categoría de deporte paralímpico junto a María Isabel Huitrón de yudo.

El éxito de Coraza ha estado nutrido del trabajo de equipo. Su compañero y guía fue Jorge Gaspar, de 21 años. Su apuesta es llegar a los próximo Juegos Paralímpicos en Tokio. “Me quedan tres años intensos, por ahora estamos esperando el calendario de competencias para definir qué es lo que nos toca este 2018 y a partir de ahí formar el camino hasta llegar a Tokio”, señaló la veloz atleta.

Hirving Lozano

El futbolista con una hache extra en su nombre ha deslumbrado a México. Hirving Lozano ha pegado el estirón. Este año despuntó en su país con el Pachuca al ganar la Concachampions. Su buen rendimiento le valió para quedarse entre los favoritos de la selección de México en las eliminatorias mundialistas. Tres goles con el tri. En la Copa Confederaciones dio una temeraria participación frente a Rusia, rival al que le anotó con un cabezazo y se llevó una patada en el pecho. El PSV Eindhoven hizo adquirió al chico apodado como Chucky.

Desde que llegó, Lozano maravilló a su entrenador Phillip Cocu. El jugador nacido en Ciudad de México ha conseguido marcar 11 goles en la Liga holandesa en 15 partidos. En el torneo de copa ha hecho dos goles en dos partidos. Su ritmo goleador ha resultado esperanzador por tratarse de un extremo ambidiestro. Es el jugador más prometedor ante el Mundial de Rusia 2018. Con 22 años quiere tomar el mando de su selección con la rebeldía de sus pies.

Guadalupe González

Hace dos años, María Guadalupe González celebró una medalla de oro inconsciente. La marchista ganó la prueba en los Juegos Panamericanos en Toronto y, en cuanto cruzó la meta, se desvaneció. Ese momento fue un extraño presagio. En 2016 terminó segunda en el Mundial de marcha, pero una sanción a la china Liu Hong por dopaje le otorgó a la mexicana el primer sitio. Con tan solo ocho competencias internacionales, la chica que creció en los barrios de Tlalnepantla, Estado de México. Luego llegó la milagrosa plata en los Juegos Olímpicos de Río 2016.

Este año, Lupita le dio el mejor regalo de cumpleaños a su padre. El 13 de agosto ganó la plata. Estuvo a un segundo de la representante de China, Jiayu Yang. Al término de la carrera, González no se desmayó, ahora lloró. En los últimos minutos consiguió una presea celebrada en su país. A eso se le suma la Copa Panamericana realizada en Perú, una prueba internacional en Chihuahua y un circuito en Monterrey. Con 28 años está en la cumbre en un deporte que empezó a practicar como una terapia para sus rodillas.

Información de: El País