Hasta la jornada de ayer, se contabilizaron 49 millones 649 mil 10 votos depositados, para un 45,7 por ciento de asistencia.
A los electores rusos se les dio la oportunidad de acudir de forma anticipada a los colegios electorales, solicitar un voto a distancia desde sus viviendas o hacerlo por el método ‘Elector móvil’ o voto electrónico, autorizado solo en Moscú y la provincia de Nizhegorod.
El proceso electoral, extendido por cinco días previos más, estuvo esta jornada dirigido a evitar aglomeraciones en los colegios, donde se exige el cumplimiento de medidas de protección epidemiológica como el empleo de guantes y mascarillas.
La mesa electoral cuenta con medios de protección de reserva y cambia de bolígrafo por cada votante, en tanto el movimiento dentro de los colegios se organiza de tal forma que quienes llegan para ejercer el voto no se cruzan en ningún momento con quienes salen de ese local.
El voto electrónico también se emplea de forma experimental en esta ocasión, pero solo en los casos de Moscú y Nizhegorad, cuyas comisiones regionales electorales demostraron su capacidad para contar con bases de datos que descarten una repetición de los electores.
Tal opción terminó ayer con una participación del 93 por ciento.
La víspera, el presidente, Vladimir Putin, reiteró que las decenas de reformas propuestas a la Carta Magna solo entrarán en vigor si la mayoría de la población, con el mínimo de asistencia requerido, se pronuncia a favor de esos cambios.
El procedimiento del referendo fue un paso propuesto por el propio jefe de Estado, luego que ambas cámaras de la Asamblea Federal aprobaron sendas resoluciones a favor del paquete de enmiendas constitucionales.
Para Putin, la aplicación de las transformaciones previstas en la Constitución, que abarcan casi todos los aspectos de la vida en el país, necesitan contar con un respaldo real en las urnas.
