Algo que vale la pena leer ALBERTO BOARDMAN

6 marzo 2020
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Romper el cerdito.

“Lo mío son la ficción y los cuentos cortos. Lo que escribo me viene de las tripas. Siempre digo que la diferencia entre la novela y los cuentos se puede equiparar a conducir y surfear. Para escribir novelas tienes que saber adónde vas; cuando surfeas, sólo tratas de no caer”. Etgar Keret.

Gracias a las ediciones que narrativa “Sexto Piso” ha venido publicando recientemente, descubrí a Etgar Keret. El primer volumen que me leí de su producción fue: “Extrañando a Kissinger”, y debo decir que a partir de esa agradable experiencia le seguí la huella. Hace apenas unos meses, Keret publicó su última compilación: “La última vez que fui hombre bala”, en la que no deja de sorprendernos con nuevas perspectivas desde su muy particular forma de ver la vida y sobre todo, de contarla.

Keret, de origen israelí, nació en 1967 y es hijo de sobrevivientes del Holocausto. Su vida además de escritor la reparte entre ser guionista, profesor y director de cine. Sus libros han sido traducidos a más de 40 idiomas y son consumidos masivamente sobre todo en Israel, donde se le considera el máximo exponente de la narrativa moderna en hebreo. Utilizando un lenguaje muy sencillo y directo, nos cuenta historias de la vida cotidiana dejando entrever una poderosa reflexión siempre entintada de un elegante sentido de humor negro.

Su cuento “Romper el cerdito”, trata de cómo un padre en afán de que su hijo ahorre, le regala un cerdito de cerámica para que guarde dinero y pueda comprarse un juguete que desea; sin embargo, el niño termina encariñándose del cerdito y se niega a romperlo. El desenlace lo dejo abierto, para que puedan leerlo directo de Keret. Amén de que les suceda como a mí (y al niño del cerdito), y una vez que empiecen a leer prefieran hacerlo poco a poco para no terminar el libro.

“Los seres humanos son muy adaptables y el acostumbramiento es una suerte de condena para la humanidad. Cuando una periodista inglesa me preguntó cómo podía soportar vivir en un país en el que había tantos atentados como en Israel, le pregunté a ella cómo soportaba vivir en un país donde el sol sale tan pocas veces. Ella se había acostumbrado al clima inglés y yo, a las bombas.” Etgar Keret.

Somos lo que hemos leído y esta es, palabra de lector.

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