Los reportes presentados por la empresa respecto a su primer trimestre Arroja perdidas superiores a los 35 mil millones de pesos, parte de esta crisis se genera por una baja en la producción de Crudo la cual comparada con el mismo periodo del 2018 presenta una caída superior al 12%.

El mismo periodo pero del año inmediato anterior (2018) el reporte la utilidad fue de más de 113 millones de pesos lo conlleva a deducir un menoscabo de casi 150 millones de pesos, suma generada por lo dejado de ganar más la perdida reportada, atendiendo dichas cifras la realidad financiera de la empresa se visualiza como alarmante.

Al considerar que la corrupción ha sido erradicada de PEMEX, ademas del supuesto control respecto al robo de combustibles los números no suenan lógicos, lo único favorable sucedido en la empresa es una leve disminución con respecto a sus deudas y ello generado por la debilidad del Dólar, si consideramos que el precio de los convertibles no ha bajado resulta un tanto incomprensible tanta perdida, de continuar con dichos resultados el presente ejercicio fiscal podría ser fatal para Petróleos Mexicanos, las perdidas repercutirían en toda la economía y la ausencia de dichos ingresos más el acumulado en perdidas frenara de forma substancial las inversiones programadas para obra al igual que otros rubros.