10 Lugares que debes conocer alguna ves en tu vida.

6 febrero 2019
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Londres.

La capital inglesa se mantiene entre los viajes más memorables de los viajeros en todo el mundo. Londres puede no ser la ciudad más bella, ordenada, ni siquiera la más limpia de Europa; sin embargo, para todo aquél que ha caminado por sus calles nubladas y húmedas, entre sus cientos de puentes alrededor del Támesis y pasado tardes entre parques y jardines llenos de vida para después terminar con una cerveza afuera de un pub inglés, el espíritu de esta ciudad siempre se mantendrá vivo en sus mejores recuerdos.

Kioto.

Durante más de un milenio, Kioto fue la capital del imperio japonés y la máxima exponente de la cultura oriental. No hay lugar en donde la historia hable tanto por sí misma como en los 2 mil templos que se conservan casi íntegros, además de santuarios y jardines típicos que hacen sentir a los viajeros que viajan en el tiempo al antiguo Japón, algo impensado en la modernidad de Tokio y otras ciudades niponas.

Brujas.

Un destino sorpresa para los viajeros que suelen visitarla con dudas y regresan maravillados del encanto de cada rincón de la mal llamada «Venecia del Norte», pues se trata de un sitio con una belleza distinta y una atmósfera única entre las ciudades europeas. En la pequeña ciudad belga todo parece estar dispuesto a la perfección: es un espacio mágico perdido en el tiempo, donde la arquitectura se conjuga con los jardines y los canales que corren a través de su casco histórico para dejar en los viajeros el deseo de volver en su próxima aventura.

Praga.

La capital checa es un espacio recientemente descubierto por los viajeros de todo el mundo, que a menudo la prefieren por encima de los destinos más populares en el centro de Europa para llenarse de cultura, arte y vida nocturna. Sus calles, llenas de historia contemporánea (desde la Primera Guerra Mundial, la ocupación nacionalsocialista y su adhesión a la URSS) y riqueza arquitectónica en todo su esplendor, la hacen uno de los destinos favoritos de millones de personas alrededor del globo.

Roma.

La Ciudad Eterna parece tener algo que seduce a los viajeros y les obliga a volver a sentir el viento transalpino soplando sobre su cara mientras caminan por las vías históricas o el Foro Romano, tratando de recrear en la mente o de revivir en la memoria algo que nunca vivieron, pero que pertenece a su pasado. De la misma forma que Londres, ningún viajero objetivo podría posicionar a Roma como la ciudad más bella del mundo, pero entre sus vestigios históricos, plazas en cada esquina y callejones que cambian de color al atardecer, más de un turista ansía volver por alguno de todos los caminos que conducen aquí.

Paris.

Es muy probable que no exista ninguna otra ciudad tan codiciada para visitar en toda la historia como París en la época contemporánea. El turbulento siglo XX puso en pie a la capital francesa como un ícono y capital de arte, cultura, historia, vida bohemia, romanticismo y moda, y los siglos de historia sobre su pasado lo confirmaron. El cliché parisino se repite de mil formas: recorrer los Campos Elíseos, pasear por el Sena al ocaso, caminar por Tullerías o simplemente sentarse en Trocadero… siempre habrá París para el viajero.

Sídney.

La capital cultural australiana rompe con el dominio europeo en la lista y se posiciona como una de las más añoradas ciudades para los viajeros. Sidney no es solamente el sitio donde entra el año nuevo cuando nosotros estamos en los preparativos, se trata de la capital cultural de Oceanía, el punto de partida para descubrir las maravillas naturales que esconde Australia y la historia que se divide entre los saberes milenarios de los aborígenes y la colonización a manos de Inglaterra.

Viena.

Antes de París o Barcelona como capitales artísticas europeas, Viena era el centro sobre el cual gravitaba la cultura moderna del Viejo Continente. Este desplazamiento trajo consigo una revitalización de la ciudad como destino turístico, pues recobró el encanto de una urbe llena de cultura, pero con una disminución en su población y el número de turistas que la visitan año con año. El Centro Histórico es Patrimonio de la Humanidad y resguarda tesoros arquitectónicos y artísticos que van desde la música y la pintura hasta el psicoanálisis y el dominio del Tercer Reich.

Budapest.

La capital húngara no solía ser un punto de encuentro para los viajeros ávidos de cultura; sin embargo, en tiempos recientes se redescubrió uno de los secretos mejor guardados del este de Europa. La ciudad cuenta con una historia rica y particular desde su fundación, que unió a las dos ciudades de las cuales toma nombre. A través del Danubio, Budapest despide un sutil encanto que se complementa con una creciente vida nocturna.

Florencia.

No hace falta demasiada explicación para saber por qué Florencia se mantiene como el destino imprescindible para los viajeros. Se trata de un destino donde el arte por excelencia confluye con la historia en una ciudad de proporciones aún humanas y un centro histórico repleto de ofertas culturales. El Renacimiento se escribió con letras de oro en la Toscana, con una catedral de proporciones monumentales y todo entre callejones románticos, custodiado por el Arno.

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