El día de ayer tuve un sueño, era un sueño donde yo estaba en la playa. De pronto vi pasar un cangrejo llamado «Sociedad», me le acerqué y comenzamos a platicar.
Me contó que se sentía severamente lastimado, poco a poco las personas se habían encargargado de pisotear su nombre, pues hoy se observan cosas que deprimen y demasiada inmadurez en todos sus integrantes.
Hoy dicen que por culpa mia, hay discriminación, injusticia, clacismo, racismo, bullying, delincuencia, y de todos los problemas que existen en el entorno.
El pobre cangrejo, se desahogó diciéndome que a él no le importa la condición física, la preferencia sexual y la forma de vestir, pues todos merecemos vivir felices, realizados y sin ningún tipo de etiqueta, pero al mismo tiempo se lamentó diciendo que por desgracia está formada por hombres insencibles.
«Sociedad», argumentaba que el rico y el pobre, negro o blanco, valen lo mismo, ya que los seres humanos, se rigen por la escencia y no por la apariencia. Dicen que soy culpable, porque cuando veo a alguien sufriendo maltratos en lugar de ayudarlo me burlo, y cuando cometo un mal acto, lo aplaudo, me dijo.
¡Y sí, soy culpable!, me dijo llorando, -Yo tengo la culpa, porque he vivido tanto tiempo con estos seres humanos y no he podido cambiar su mentalidad son muy retrógradas e incomprensibles, pues no captan que sin su apoyo, yo no existo y hago lo que ellos hacen, y así terminó su triste discurso.
Después de un tiempo, reflexioné y concluí que si realmente quiero que la sociedad cambie, necesito empezar por mi, y al final de eso, desperté del sueño con la esperanza de tener un nuevo amanecer.
David Linares.