Rupert Stadler, se convierte en el primer gran ejecutivo del grupo Volkswagen en ser detenido en Alemania y enviado a prisión por su supuesta implicación en el famoso escándalo del dieselgate, el caso de manipulación de motores para camuflar emisiones contaminantes que estalló en septiembre de 2015 en Estados Unidos y que dejó ver que el gigante alemán había utilizado un software ilegal en millones de vehículos. Dicha detención en Audi, según medios alemanes, estaría vinculada a otro software distinto al ya investigado desde hace tres años.
Además de Stadler, un ex jefe de desarrollo de motores de Audi y ex miembro de la junta ejecutiva de Porsche está también en la cárcel. Fue arrestado en septiembre de 2017. La justicia sospecha que Audi vendió, desde 2009 hasta 2015, alrededor de 220.000 automóviles diésel con motores diésel V6 de 3.0 litros equipados con un software destinado a trucar las emisiones de gases tóxicos. Audi es la marca que más contribuye a las ganancias de Volkswagen. Y, al parecer, ha intentado seguir engañando a las autoridades también en los últimos años.