California rechazó el plan del gobierno de Donald Trump de enviar a la Guardia Nacional a la frontera pues considera que esa rama de las fuerzas armadas no tiene competencia para aplicar leyes de inmigración.
El estado informó a autoridades federales que los efectivos no tendrán permiso de reparar vehículos, manejar cámaras de vigilancia, reportar actividades sospechosas a la Patrulla Fronteriza, operar radios o dar “apoyo a la misión”, lo cual incluye trabajo administrativo, compra de gasolina y administración de la nómina, indicaron funcionarios familiarizados con el tema y quienes revelaron esto bajo condición de anonimato por no estar autorizados a mencionar el tema.
El gobernador californiano, Jerry Brown, obtuvo un inusual y efusivo elogio por parte del mandatario estadounidense la semana pasada, tras la promesa del envío de 400 efectivos para la tercera misión fronteriza más grande de la Guardia desde 2006.
El compromiso Brown permitió a Trump sumar el respaldo de los cuatro gobernadores fronterizos y tener el mínimo de los entre 2 mil a 4 mil agentes que deseaba como parte de la misión de seguridad fronteriza.
Jerry Brown✔@JerryBrownGov
California responds
Sin embargo, el demócrata condicionó su apoyo al insistir que los efectivos de California no tuvieran nada que ver con control inmigratorio sin especificar el tipo de trabajos que realizarían.
El 11 de abril, Brown había declarado vía comunicado que el arribo dela Guardia no suponía «una misión para construir un nuevo muro ni una misión para detener a mujeres y niños escapando de la violencia y buscando una mejor vida».
El vocero de la Guardia Nacional de California, Thomas Keegan, informó que el estado esperaba una respuesta formal del gobierno y no tenía detalles adicionales más allá del acuerdo propuesto por el gobernador que se liberó la semana pasada e incluye la prohibición al control inmigratorio.
Con información de AP vía SDP Noticias
