La familia Bogado se ha convertido en el nuevo icono del flagelo de la inseguridad en Argentina. En la madrugada del domingo, cuando regresaban de una fiesta y esperaban para abrir el portón del garaje de su casa, dos ladrones intentaron asaltarlos. Eran las 4.30 de la mañana y las calles del barrio Ringuelet de La Plata, capital de la provincia de Buenos Aires, estaban desiertas. Uno de los ladrones intentó abrir el auto familiar y al encontrarse con las puertas cerradas disparó hacia el interior. La bala dio en la frente de Abril, la hija de la familia, quien murió horas después. La crónica ocupó todos los telediarios de Argentina, un país conmocionado por los asaltos violentos.

Todo quedó registrado por las cámaras de seguridad del barrio. En ellas se ve a los ladrones cuando intentan abrir un auto en el que un vecino se había refugiado para evitar el robo. En ese momento llegan los Bogado: Cristian, de 42 años, su esposa,Laura, la hija de ambos, Abril, y el padre de Cristian, Hugo. Los delincuentes abandonan su primer objetivo, se dirigen a los recién llegados y forcejean con las puertas trabadas del vehículo de la familia Bogado. El parte policial reportó que en ese momento se escuchó un disparo. «El padre le pidió por favor que dejara bajar a la criatura y le disparó por el vidrio, así fue», dijo a medios de La Plata un allegado de las victimas.

En menos de 24 horas, el asesino ya estaba detenido: la policía lo encontró a sólo 10 calles del crimen. El hombre se resistió a balazos y cayó con el arma homicida. “Fui yo, se me escapó el tiro”, le dijo a los policías. El detenido tiene una condena por matar a un hombre durante un asalto y acababa de salir de la cárcel. Los vecinos de La Plata no se recuperan de la conmoción: en los últimos 12 días, cinco personas fueron asesinadas en intentos de robo.

Información de: El País