El 18 de febrero de cada año se conmemora el día mundial del síndrome de asperger (sa), es un trastorno del desarrollo neurológico que afecta el funcionamiento social y el espectro autista que se caracteriza por la dificultad en las interacciones sociales y la comunicación no verbal.
Este padecimiento es más común en los niños que en las niñas, con la única diferencia existente entre el síndrome de asperger y trastorno autista, es que el primero no tiene retrasos cognitivos ni del habla, pero pueden mostrar lentitud en el desarrollo motor y comportamiento físico inusual como montar en bicicleta, agarrar una pelota o subir a un juego, entre otros.
Sonia rosales furukawa, neuróloga del hospital general de zona (hgz) no. 1 del instituto mexicano del seguro social (imss) en Chiapas, dijo que se cree algunas personas más inteligentes y talentosas del mundo a lo largo de la historia tuvieron este padecimiento.
Detalló que cada menor o persona adulta con su, manifiesta diferente característica de la personalidad y dificultades en la interacción social durante su vida, algunas pasan inadvertidas, tiene un aspecto físico y una capacidad intelectual normales.
Informó que este síndrome ha tenido una significativa evolución a lo largo del tiempo, pues ya en la década de los años cuarenta se descubrieron sus principales características en pacientes.
Mencionó que los infantes con su también pueden reflejar otros trastornos como ansiedad, depresión, ira, obsesivo compulsivo, déficit de atención e hiperactividad.
A menudo rechazan los cambios en sus rutinas, es frecuente tengan demoras en el desarrollo de su coordinación y habilidades motrices, es posible que presenten una mayor sensibilidad y se estimulen por los ruidos, luces, sabores y las texturas fuertes.
Reveló la neuróloga del imss que las personas con síndrome de asperger posiblemente puedan vivir de manera independiente, conseguir un empleo e incluso formar una familia, son únicas y no es conveniente generalizar a los pacientes con esta afección.
Las personas con su comúnmente son demasiado honestas, esto hace que los pacientes parezcan groseros e insensibles hacia los sentimientos de otras personas, sin notarlo.
Concluyó rosales furukawa, sugiriendo a las madres y padres derechohabientes del imss que cuenten con hijos o hijas con estas características, acudan a su clínica de adscripción para que el médico diagnostique oportunamente, para iniciar un tratamiento apropiado y saber cómo abordar este síndrome.
