El Maestro Medio Loco

6 octubre 2015
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okUn día en el salón de clases, llegó un maestro medio loco y se acercó a su grupo, comentando y reflexionando un tema de valores, de cómo le damos el valor a lo material, el valor al dinero, al amor, y lo más importante; a nosotros mismos, debido a que en nuestra sociedad los valores más importantes se están perdiendo, en clase, el profesor saca de su cartera un billete de 20 pesos y lo enseña a sus alumnos, a la vez que pregunta: “¿A quién le gustaría tener este billete?”. Todos los alumnos levantan la mano. (obvio, 20 pesos para un chiquillo de tercer grado de primaria son una millonada 20 pesos), entonces el maestro medio loco agarra el billete y lo arruga, haciéndolo una bola. Incluso lo rasga un poquito en una esquina. “¿Quién sigue queriéndolo?”. Todos los alumnos volvieron a levantar la mano, emocionados porque el maestro medio loco podía darles 20 pesos a cualquiera de ellos, y eso lo hacía más emocionante, finalmente, el maestro medio loco tira el billete al suelo y lo pisa repetidamente, diciendo: “¿Aún quieren este billete?”. Todos los alumnos respondieron que sí, aunque ya dudando del profesor, que se veía más loco pisando un billete de 20 pesos repetidamente y como si tuviera odio hacia ese billete, los chiquillos se quedaban viendo entre si con miradas y preguntas de “¿estará loco?” “¿Quién pisará 20 pesos así como él?” Entonces el maestro medio loco, les dijo: “Espero que de aquí aprendan una lección importante hoy. Aunque he arrugado el billete, lo he pisado y tirado al suelo… todos querían tener el billete porque su valor no había cambiado, seguían siendo 20 pesos.
Muchas veces en la vida te ofenden, hay personas que te rechazan y los acontecimientos te sacuden, dejándote hecho una bola o tirado en el suelo. Sientes que no vales nada, pero recuerda, tu valor no cambiará NUNCA para la gente que realmente te quiere. Incluso en los días en los que sientas que estás en tu peor momento, tu valor sigue siendo el mismo, por muy arrugado que estés”, eso fue lo que el maestro medio loco les dijo, llevándome a una pregunta: ¿por qué dio ese ejemplo con el dinero? Era obvio que ahora le damos más valor al dinero que a otras cosas más importantes, ¿por qué lo entendieron los chiquillos? Porque el maestro les decía con énfasis casi casi que se valoraran, y aprendieran dar valor a otros, ¿Cuántas veces no nos arrepentimos por no darle el valor apropiado a nuestros amigos o seres queridos? ¿Cuántas veces nos ponemos a analizar verdaderamente, si nosotros le importamos a alguien y valemos mucho para esa persona? ¿Cuántas veces no desperdiciamos un día, sin darle el verdadero valor al tiempo, y luego lo matamos? ¿Estamos mejor que otros, y eso lo valoramos? ¿Tenemos oportunidades y hacemos algo por superarnos y las valoramos realmente? ¿Tenemos la certeza de hacer algo bueno para los demás y que ellos lo valoren? De algo estoy seguro, ni todo el dinero, ni todo lo material valen estos valores, son primordiales y no hay precio ni moneda que los compre o que los pague, la vida misma te enseña cosas, y esas cosas valen, porque de ellas uno forja su camino, y el destino no es seguro, y si no le damos un buen aprecio a lo que somos o tenemos, no podemos valorar nuestro trabajo, y mucho menos compartirlo con los demás por amor al arte, es muy lamentable ver como nuestros niños ahora quieren tener dinero haciéndose narcos que estudiando una carrera, es triste ver como desde casa se le da más el valor a unas monedas que el tiempo de calidad que nadie lo compensa, estamos en la época del dinero, donde sino tienes no vales, donde uno mismo nos devaluamos o nos valoramos más en todos los sentidos, creo que el maestro no estaba medio loco después de todo, creo que tenía un poco de razón en sus palabras, ahora comprendo con mayor claridad cómo debemos valorar cualquier cosa en nuestra vida por más pequeña que sea, y cuando le damos valor a los demás por lo que realmente son, percibimos el verdadero sentido de los demás valores que se toman de la mano, como el respeto, la tolerancia y sus allegados…

No hay mejor manera de valorar cada cosa por más pequeña que sea, tenemos que aprender a darle valor a las personas y a sus acciones, que en este caso, el maestro no estaba loco, él hablaba así y actuaba así para que lo entendieran, los chiquillos le dieron un valor al billete, no a su acción, y el billete quieran o no se devaluó, podríamos decir como final, pero el mejor final de todos es cuando uno por más que se lo repitas y por mas que se los diga luego a uno se les olvida, valoren a su familia, valora lo que tienes, valoren su salud, y valoren cada uno de los días que vivimos, por hay que vivirlos con alegría.

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