LAS máximas figuras del balompié mexicano enmudecieron.
A unos días de jugarse el orgullo y el boleto a la Copa Confederaciones de Rusia 2017.
El eterno capitán de la Selección mexicana, Rafael Márquez, y el temible goleador Javier Hernández, pisaron suelo mexicano para incorporarse a la concentración del Tricolor que dirige Ricardo Ferretti para preparar el duelo que sostendrá el próximo sábado el combinado azteca ante el vecino del norte, en un encuentro de se disputará en el Rose Bowl en Pasadena, California, el cual se disputará a muerte.
En punto de las 18:00 horas el vuelo procedente de Madrid tocó suelo nacional, por lo que camarógrafos y reporteros de distintos medios de comunicación se prepararon para la “corredera”, pues la Federación Mexicana de Futbol implementó un dispositivo de seguridad para revisión y los seleccionados caminaron en dirección opuesta a la salida, por lo que la incertidumbre comenzó.
Comenzamos a correr de una puerta a otra, hasta que logramos ubicar a uno de los choferes de la FMF y nos apostamos hasta que salieran. Los minutos transcurrían y nada del defensa del Hellas Verona y del artillero del Bayer Leverkusen, hasta que de pronto uno de los reporteros dijo: ¡Ahí esta Rafa Márquez!, por lo que las cámaras apuntaron a la aduana de migración.
En efecto, eran ellos, pero con apresurado paso y en silencio los “europeos” se negaron rotundamente a contestar los cuestionamientos que la prensa les lanzaba, por lo que antes de generar algún alboroto en la Terminal 1 del Aeropuerto Benito Juárez apretaron el paso y subieron a un automóvil particular, el cual desapareció en segundos con los futbolistas, quienes cenaron en Centro de Alto Rendimiento con el resto de sus compañeros, cuerpo técnico y directiva.
Cabe destacar que Carlos Vela y Diego Reyes arribaron a nuestro país ayer por la madrugada.
